1988. Presentación del libro «Memoria del proyecto de Ensanche de Bilbao -1876, de Alzola, Achúcarro y Hoffmeyer».

1988. Presentación del libro «Memoria del proyecto de Ensanche de Bilbao -1876, de Alzola, Achúcarro y Hoffmeyer».

El día 21 de junio de 1988 en el salón de actos de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Navegación de Bilbao, se celebró el acto de presentación del libro Memoria del proyecto de Ensanche de Bilbao – 1876, de Alzola, Achúcarro y Hoffmeyer, organizado por la Comisión de Cultura del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Bizkaia (Vizcaya). En el acto intervinieron D. Manuel de Solá-Morales i Rubio, Doctor arquitecto y Catedrático de Urbanismo de la E. T. S. de Arquitectura de Barcelona y D. Javier Cenicacelaya, Doctor arquitecto y Profesor de Composición Arquitectónica de la E. T.S. de Arquitectura de Donostia-San Sebastián. El acto contó con la asistencia del alcalde de Bilbao, D. José María Gorordo, quien departió con los conferenciantes y organizadores del mismo acerca de los temas propuestos, tanto en el libro como en las intervenciones, y su relación con los problemas urbanísticos de la Villa.  ...
Se reedita en 1988, en facsímile, el texto «Memoria del proyecto de ensanche de Bilbao – 1876, de Alzola, Achúcarro y Hoffmeyer».

Se reedita en 1988, en facsímile, el texto «Memoria del proyecto de ensanche de Bilbao – 1876, de Alzola, Achúcarro y Hoffmeyer».

La colección de textos históricos referentes a la arquitectura, la construcción, el urbanismo o la ingeniería en Bilbao y Bizkaia publicada por el Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Bizkaia, se acercó en su tercer libro a un texto clásico del urbanismo vasco, el de la Memoria del Proyecto de Ensanche de Bilbao elaborado por los ingenieros Pablo de Alzola y Ernesto Hoffmeyer y por el arquitecto Severino de Achúcarro y publicado en 1876. La edición ha estado a cargo de Joaquín Cárcamo.   El libro cuenta con un estudio introductorio firmado por los arquitectos Javier Cenicacelaya e Íñigo Saloña, titulado La ciudad del XIX y el Proyecto de Ensanche para Bilbao.  Sobre el proyecto de afirman que: «En resumen, la reducida superficie del Ensanche, el elevado costo del suelo y la existencia de grandes villas y jardines, condicionaría de forma definitiva el alcance del proyecto de Alzola, Achúcarro y Hoffmeyer. A la vista de esta situación, es comprensible que se aferraran al pragmatismo, como ellos mismos manifiestan: «hemos creído deber contentarnos con lo que juzgamos bueno y prescindir de lo mejor, que suele ser casi siempre impracticable«. Los autores de la introducción, concluyen sin embargo diciendo que: «Alzola, Achúcarro y Hoffmeyer consiguieron a pesar de todo un trazado de gran belleza, digno de figurar entre los mejores de Europa; unido ello a la calidad de los edificios que lo fueron rellenando, hasta los años 60, el Ensanche de Bilbao, a pesar de todos sus defectos, nos parece, insistimos, magnífico.»...
La creación en 1934 de la Asociación Vizcaína de Aparejadores Titulares de Obras.

La creación en 1934 de la Asociación Vizcaína de Aparejadores Titulares de Obras.

En el lugar que hoy ocupa en Bilbao, entre las calles Navarra y Ripa, la sede del Metro estuvo  hasta hace no muchos años la Casa de Mazas en cuyos bajos se encontraba el café Nervión, aún  en la memoria de los bilbaínos.  Sobre sus mesas, de  las reuniones de un pequeño grupo de compañeros, nacería la  primera agrupación profesional de los aparejadores vascos:  La Asociación Vizcaína  de Aparejadores Titulares de Obras.  En las fichas de siete colegiados, José Ramón Alvarez Medina, Alberto Galdós,  Vicente Sáez de Guinea, Ramón Guerediaga, José Julián  Goiría, José María Anacabe y José Fradua aparece la misma  fecha de colegiación:  4 de agosto de 1934, y los números  2  al 8. A falta de otros datos más fiables,  esta fecha puede ser  considerada como la fundacional de la primera entidad asociativa de los aparejadores vizcaínos, aunque lo más probable es que las labores asociativas vinieran de años atrás. También  el café Comunicaciones —esquina  Urquijo-Concha— sería lugar  de cita en aquellas primeras reuniones. Fue ese el germen del futuro Colegio que, una vez finalizada la Guerra Civil, se constituiria formalmente en 1940 con Justino Adrada como presidente. Las innumerables gestiones que hubo que realizar para que se plasmase en la realidad la exigencia, establecida por el Decreto de 1935, de intervencion de los aparejadores en las obras, centraron la actividad colegial en los años cuarenta. Pero tanto la promulgación del Decreto del 35 como las bases organizativas del futuro colegio profesional fueron posibles por el trabajo previo durante los primeros años treinta de aquél pequeño grupo de jovenes aparejadores. Una habitación alquilada de nueve metros cuadrados en el segundo piso del nº 16 de la calle...
Los aparejadores en los intensos primeros años treinta

Los aparejadores en los intensos primeros años treinta

La aprobación de la R. O. de 11 de septiembre de 1924 por la que las enseñanzas de Aparejador, integradas hasta entonces en las Escuelas Industriales, pasaban a cursarse, en adelante, en las Escuelas de Arquitectura, supuso un cambio sustancial para la profesión de Aparejador.     Sin embargo -según Luis Javier Cuenca: Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de la Edificación: una aproximación histórica a sus responsabilidades, pp. 141-143- esta medida no resolvió el conflicto interprofesional, ya que la exclusividad de proyectar y dirigir toda clase de obras, por el momento, no correspondía exclusiva y excluyentemente a los Arquitectos. De entre las disposiciones más importantes de esos años cabe resaltar el Decreto de 9 de mayo de 1934, que mantuvo vías aún las diferencias entre los colectivos profesionales de Arquitectos y Aparejadores, si bien se modificaron las respectivas estrategias.     En el breve espacio de quince meses, los transcurridos entre mayo de 1934 y julio de 1935 se llegaron a dictar cuatro disposiciones. El modelo Aparejador-Constructor era el prevaleciente en todas ellas. Así, el Decreto de 31 de mayo de 1935, que en su artículo 1º dispone que: «Los Aparejadores con título oficial, por su calidad de peritos de materiales y de construcción, son los únicos que, bajo la dirección de los Arquitectos, ejercerán la función de constructores de obras, prohibiéndose en absoluto el ejercicio de esta profesión a los que, por no haber cursado los estudios correspondientes en las Escuelas del Estado, carezcan del título oficial». Finalmente, el nuevo y definitivo Decreto de 16 de julio de 1935 consagró la institucionalización de las atribuciones de la profesión...
1987. Presentación del libro «Reforma viaria parcial del interior de Bilbao».

1987. Presentación del libro «Reforma viaria parcial del interior de Bilbao».

El día 21 de mayo de 1987 en el salón de actos de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Navegación de Bilbao, se celebró el acto de presentación del libro Reforma viaria parcial del interior de Bilbao, organizado por la Comisión de Cultura del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Bizkaia (Vizcaya). En el acto intervinieron Lilia Maure Rubio, doctor arquitecto  y profesora de la E. T. S. de Arquitectura de la Universidad de Madrid (hoy Politécnica) y Ramón Losada, doctor arquitecto y técnico urbanista por el I. E. A. L.      ...

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