En 1986 el Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Bizkaia publicó un libro que no estaba relacionado de una manera directa con la actividad profesional diaria de los colegiados. Sin embargo, respondía a las inquietudes que desde la década anterior ya habían ido tomando cuerpo en el colectivo profesional, y que se habían venido reflejando en las publicaciones periódicas y en las actividades colegiales: la apertura del Colegio hacia el exterior, hacia la sociedad de Bilbao y Bizkaia.
El libro sería el primero de una colección que trataba de acercarse al entorno socioeconómico en el que los aparejadores y arquitectos técnicos desarrollamos nuestra actividad, el sector de la construcción, centrándose geográficamente en el Territorio Histórico de Bizkaia y en su capital, la villa de Bilbao. Los textos, dirigían su mirada hacia el pasado reciente del desarrollo urbanístico, de la construcción de infraestructuras o de edificaciones. La colección tenía como destinatarios no solo a los colegiados, sino a todas las personas interesadas por la historia y la cultura en general y estaba dirigida por Joaquín Cárcamo Martínez.
Este primer libro, titulado Puente de Hierro para la Ría de Bilbao de D. Pablo de Alzola seguía una pauta de edición que luego adoptarían otros libros de la colección. Recuperaba un texto histórico en facsímil que se acompañaba de un texto introductorio escrito por un profesional de prestigio. En este caso se trataba de la Memoria del Proyecto de Puente de Hierro para la Ría de Bilbao en San Francisco, escrita por Pablo de Alzola y publicada en los Anales de Obras Públicas en 1881. El estudio introductorio lo firmaba el doctor en historia Javier González de Durana (Bilbao, 1951) quien ya había investigado con anterioridad y publicado diversos trabajos sobre la historia del arte conemporáneo, referidos particularmente al periodo de tiempo comprendido entre 1876 y 1936.
La publicación de la Memoria por Pablo de Alzola dio lugar, en su momento, a un interesante y apasionado debate sobre la estética en las obras públicas, lo cual le otorgaba un gran interés añadido a la publicación, independientemente del de la recuperación de la memoria del puente que desapareció en 1937, durante la Guerra Civil, como los restantes de la Villa, dinamitado para retrasar la entrada de las tropas de Franco.
Pablo de Alzola Minondo (San Sebastián, 1841 – Bilbao, 1912) fue Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. Durante el ejercicio de su profesión desarrolló una intensa actividad, fruto de la cual fueron proyectos tales como el del Ensanche de Bilbao, 1872, el tren minero de La Arboleda-Lutxana, 1871-78; las vías férreas de Bilbao-Portugalete, 1884-88, y Amorebieta-Gernika, 1882-83, así como el denominado puente de hierro de San Francisco en Bilbao, 1881, entre otros.
Alzola tuvo también una intensa vida pública relacionada con su profesión o con la política, siendo, entre otras cosas, alcalde de Bilbao, presidente de la Diputación y Director General de Obras Públicas. Como escritor vertió sus conocimientos sobre la multiplicidad de temas que le interesaban y que, en definitiva, eran todos los que estaban relacionados con la modernización industrial, social y cultural de su época.